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Gran éxito de Los Secretos en el Teatro Principal de zaragoza

Gran éxito de Los Secretos en el Teatro Principal de zaragoza

Anoche, a las 21,00 horas, Los Secretos llenaron el Teatro Principal de Zaragoza en el segundo concierto de la gira de presentación de “Una y mil veces”. El Teatro colgó el cartel de “No hay entradas”. Las 1.100 butacas ocupadas.
Con diez minutos de retraso sobre la hora prevista (aunque lo cierto es que a las nueve en punto, más de la mitad de la gente todavía no se había sentado), empezó a sonar el instrumental “Tan fácil” (directamente del disco), mientras los integrantes de la banda iban colocándose en sus respectivos puestos.
El concierto se abrió con “Nada para ti” a la que le siguió “Nos vemos en abril”, respetando así el orden del disco. En directo, como algunos habían previsto, adquieren una dimensión especial y ganan mucho. Tras ellas Álvaro comentó que estaba usando chuletas para las canciones nuevas “porque me hago mayor”.
Siguieron con “Sólo ha sido un sueño” y “Colgado” (“por diferentes razones llevábamos tiempo sin tocarla” explicó Álvaro), y “Sólo para mí”, durante el transcurso de la cual fue una lástima que Ramón Arroyo tuviera problemas con los cables, su guitarra se quedó muda, y no hubo manera de hacerla sonar hasta el siguiente tema. Al terminar “Sólo para mí”, Álvaro se acercó hasta Ramón y le palmeó la espalda para animarle. El respetable le brindó una cerrada ovación a Ramón, que sin duda le reconfortó. El concierto prosiguió sin más contratiempos, pero desde luego Ramón no tuvo su noche. Tuvo menos protagonismo que en otras ocasiones y la pena fue que fuera un fallo técnico, no achacable a él, lo que le hizo destacar más durante dos o tres minutos.
Mientras un técnico trataba de recuperar el sonido de la guitarra de Ramón, Álvaro y Juanjo hicieron tiempo rivalizando en sentido del humor. Tanto ellos como Jesús estuvieron especialmente animados, parlanchines, ingeniosos, motivados y graciosos. Lo pasaron muy bien, y el público se contagió de ese buen ambiente. Nunca había visto a Los Secretos tan a gusto sobre un escenario. Supongo que influyeron muchos factores: parecen contentos con el nuevo disco, tocaban en un recinto muy bonito por el que pasan grandes artistas y el público era de la categoría incondicional, es decir, todo el que estaba ayer en el Principal había pasado por caja y sabía a lo que iba (lo que no ocurre en todos los casos, me estoy acordando de ciertas fiestas patronales, etc…).
Resueltos los problemas técnicos, acometieron “Quiero beber hasta perder el control”. Después, se quedaron solos en el escenario Jesús, Álvaro y Ramón, para interpretar en formato acústico “No digas que no”, de la que Álvaro comentó que la habían tocado “poquísimas veces”.
Volvieron Juanjo y Santi para poner su ritmo y su talento a los siguientes temas: “Ojos de gata”, “Hablame”, “Bailando en el desván” (Álvaro comentó de esta última que “hace mucho que no la tocamos. Guardo un buen recuerdo de ella. Con ella me estrené como cantante secundario”), “Nos quisimos sin querer”, “Y no amanece” y “Cada vez que tú me miras”.
En este punto del concierto, Álvaro se puso misterioso: “Esto es un experimento. No vamos a llamarlo científico. Un experimento. Esta canción nunca la hemos tocado en este punto del show, y no sabemos que reacción puede provocar”. Y sin añadir nada más, se arrancaron con los acordes de “Dejame”, y no hace falta que explique la reacción.
La presentación de la siguiente canción corrió a cargo de Juanjo: “Y ahora sí amigos. Estos chicos de las orquestas siempre dicen lo mismo. Y ahora sí, ¿qué?” Hizo una pausa –sólo él, el público tronchado de risa-, tras la cual volvió a decir: “Y ahora sí amigos”  y comenzó a sonar la mítica “Buena chica”, a la que siguieron “Te echado de menos” (antes de ella Álvaro dedicó el concierto a su hermano Enrique) y “Por el bulevard de los sueños rotos”, con la que Los Secretos se despidieron de una forma inusual. Hasta aquí, hora y media de concierto.
En el primer bis tocaron “Una y mil veces”, “Pero a tu lado” y “Otra tarde”. En el segundo bis le tocó el turno a “Agarrate a mí, María”, “Ojos de Perdida” y “Sobre un vidrio mojado” (a capella como viene siendo tradicional en los últimos tiempos).
Los Secretos salieron por la puerta grande. Dos horas de concierto ante un público entregado y animado como hacía tiempo no veía.
 

Una curiosidad: en la segunda fila pude ver sentado, tomando notas, al autor de la entrevista que publicó ayer Heraldo de Aragón, así que es más que previsible que hoy o mañana salga publicada una crónica y/o crítica del concierto en dicho diario. Estaremos atentos.

2 comentarios

Óscar -

Muchas gracias Alicia, por tu visita y por tu comentario.
Aprovecho para felicitarte efusivamente por la web oficial de Secretos, que es estupenda

alicia -

Ole tu crónica!