Blogia
los-secretos

Álvaro Urquijo: "Ya me he cansado de mirar por el retrovisor"

Álvaro Urquijo: "Ya me he cansado de mirar por el retrovisor"

Álvaro Urquijo resiste a las contrariedades que le ha deparado la vida con admirable vitalidad. Al frente de Los Secretos desgranará los temas de su nuevo disco, "Una y mil veces", y rescatará sus clásicos eternos.


J. F. LOSILLA EIXARCH. Zaragoza | El viento le ha golpeado sin piedad. Plaf, plaf, plaf. Pero él sigue ahí. Como hace 26 años. Como ayer. Como siempre. Defendiendo con entusiasmo el sueño que se atrevió a desprecintar con su hermano Enrique. Un sueño que titularon Los Secretos; hablaba de rock and roll y de rubias esquivas, de trago de bourbon y "chupa" de cuero, de corazones derrotados y nubarrones detrás de cada esquina. Álvaro Urquijo tratará de contagiar este entusiasmo eterno en el escenario del Principal. La excusa, "Una y mil veces", su nuevo disco. Como hace 26 años. Como ayer. Como siempre...

PREGUNTA- "On the road again", señor Urquijo. Conciertos, entrevistas...

RESPUESTA- Sarna con gusto no pica. Sigue siendo un privilegio desarrollar una profesión que me gusta y, sobre todo, que te hagan caso. Lo normal es que pasen de ti. Disfruto como un niño cada minuto.

P.- ¿En serio?.

R.- Tengo la sensación de que no ha pasado tanto tiempo. Será porque me hago mayor y me cuesta recordar cuando era un veinteañero y aprendía a trompazos lo que era la vida.

P.- ¿Le han tratado bien la música y la vida?.

R.- Mmmm. Bien y mal, aunque el balance general es positivo. Ha sido una trayectoria con altibajos y algunas desgracias, pero con muchas alegrías. Asumo con orgullo todo lo vivido.

P.- Ha sufrido una colección de desgracias.

R.- Murió mi hermano y falleció Canito (el primer batería). Ante esa tesitura, te fortaleces o te hundes. No hay más. Afortunadamente, yo me he fortalecido y sigo cargado de energías positivas para dar guerra.

P.- ¿Para dar guerra a quién?.

R.- Han pasado muchas cosas extrañas. Se escribió un libro sobre mi hermano que no me gustó nada. Cuentan parte de la verdad, la más morbosa y macabra. ¿Pero quién no tiene una parte mala? También me molesta este revival de los 80 tan poco natural que se está produciendo de un tiempo a esta parte. Y también han regresado fantasmas del pasado pidiéndome favores y dándome el coñazo.

P.- ¿De quién habla?.

R.- De promotores, de músicos que quieren reflotar carreras acabadas y buitres que coquetean con la morbosidad de la muerte. Soy una persona muy solícita y he prestado mi ayuda a quien me lo ha pedido. Pero ya ha llegado el momento de decir basta. Me apetece mirar al frente, adelante. Me cansé del retrovisor.

P.- Remover el pasado es un deporte nacional.

R.- ¡Se habla tanto del pasado! Como de la Movida. Y habla gente que ni siquiera la vivió. Nosotros no queremos caer en eso. Los Secretos han estado y están al margen de las modas. Incluso nuestra compañía de discos ha tirado la toalla porque vamos a nuestro aire con todo. Reconozco que somos bastante complicados.

P.- Y en estas, presenta "Una y mil veces", un disco con material nuevo e inédito.

R.- Estoy abonado al volver a volver a empezar, tanto en la música como en la vida. Este disco es un traje nuevo con el mismo corte. No puedo ni quiero escapar del estilo de Los Secretos.

P.- Han confeccionado una especie de imagen de marca.

R.- Exacto. A lo largo de estos 26 años de carrera hemos construido nuestro mundo, nuestro sonido, nuestro género. Como lo hizo en su día Radio Futura, por ejemplo. O más tarde Los Rodríguez.

P.- Comparte la autoría de las canciones con otros compositores, como Jesús Redondo o Txetxo Bengoetxea.

R.- Un disco de un solo autor no lo considero divertido. Aparecen las mismas tonalidades y eso me aburre. Por eso he abierto la puerta a amigos que gentilmente han entrado y han aportado estas gotitas tan sugerentes. Tienen mucho talento, seguramente más que yo, je je.

P.- ¿Siente la obligación de no traicionar lo pretérito?.

R.- Si las canciones no fluyeran con naturalidad, no sacaría más discos. Nunca hemos hecho algo forzados. Nos dejamos la piel, el tiempo de nuestras familias, y tenemos el culo pelado en la carretera como para no hacerlo a gusto. Reivindico nuestra autenticidad, humildad y sinceridad.

P.- Reconcilia que a estas alturas cite una palabra tan denostada como humildad.

R.- Mire, he conocido personalmente a muy pocos de mis ídolos. Hablando con ellos he aprendido que hasta en las mayores cumbres no puedes perder la humildad. Me refiero a Jackson Browne, Phil Collins o Liza Minelli, por ejemplo. El público no es tonto y capta si alguien ha cambiado porque la nuestra es una profesión muy egocéntrica. Si no lo controlas y te dejas llevar... adiós.

P.- ¿Ha departido con Liza Minelli?.

R.- Sí. Fue en Prado del Rey, hace ya muchos años. Estuvimos esperando cuatro o cinco horas para grabar un cochino playback. Nos comentó: "¿Esto funciona así en España?". Se lo tomó con calma y resignación.

P.- Ha citado a Jackson Browne. ¿Por qué carecemos en España de ese tipo de figuras "alternativas" pero al mismo tiempo respetadísimas?.

R.- En España eso es muy complicado. Principalmente por dos motivos. El primero se debe al reducido mercado. Jackson Browne vende una cantidad razonable de discos en Estados Unidos y unos pocos en muchísimos países. La suma es brutal, gotita a gotita. El segundo motivo es más desagradable.

P.- ¿A qué se refiere?.

R.- ¿Usted se imagina que Frank Sinatra fuera español?.

P.- Eso es mucho imaginar. ¿Por qué lo dice?.

R.- Si Frank Sinatra fuera español, en la televisión estarían diciendo todo el día con quién se había acostado en vida, de qué color se tiñe el pelo su hija o cosas por el estilo. Nos encanta el morbo y el cotilleo. Nos revolcamos en ese barro a todas horas. Si sólo basta con encender la televisión. Ejemplos sobran.

P.- ¿Siempre le quedará el rock?.

R.- Afortunadamente. Eso nadie nos lo puede robar.

http://www.heraldo.es/heraldo.html?noticia=164056

 

0 comentarios